Solo Muxía y Fisterra han conseguido resultados positivos en los últimos años. El Consello de Contas fiscalizó los datos financieros de las cofradías gallegas entre el 2005 y el 2007. El informe pone de manifiesto que estas entidades de pescadores tienen cada vez más problemas económicos para salir adelante y desvela que casi todas ellas cierran sus presupuestos anuales con pérdidas. Lo peor del caso es que las perspectivas no son demasiado buenas y, dada la caída de ventas en las lonjas locales, los datos correspondientes al 2008 y al 2009 serán mucho peores. En general, las cofradías presentan una fuerte dependencia de las subvenciones, generan poca riqueza y tienen muchos más gastos de los que pueden afrontar con sus ingresos. Curiosamente, los buenos resultados no están siempre relacionados con la comercialización de pescado sino que suele tener que ver con una correcta gestión de los recursos. Es el caso de Muxía, que muestra unos datos extraordinarios tras el plan de viabilidad presentado, por lo que queda claro que la solución es enfrentarse a la situación actual y adaptarse a ella.